domingo, 2 de enero de 2022

BAILANDO DETRAS DE UNOS LENTES


 

"Desde 1926 brindando el mejor servicio"

Anteojos de sol - Contactología - Prótesis -Lentes intraoculares - Audífonos -Telescopios - Binoculares y más...” apunta la promoción en redes sociales de la Óptica Alemana.

Por Prof. Claudia Bursuk


Nos atiende Silvia Miraglia, hija de Susana Grassi y nieta de quien fundara el negocio, el señor Juan Carlos Grassi. De joven, estudiaba óptica y en el día trabajaba en el ferrocarril. Por el solo hecho de tener diecinueve años, no podía instalar su propia óptica. Así fue como aceptó el ofrecimiento de un relojero alemán que ya tenía su local de joyería sobre la calle Belgrano casi esquina Bonifacini. Se asocian y en el lugar donde originariamente funcionó una pastelería bombonería, se afianzó una amistad entrañable. Entre Juan Carlos y Gustavo Steinfatt, el alemán, “nunca existió una discusión en tantos, años, ni papeles. Eran dos hermanos, todo de palabra. Siempre más que amigos.” Nos lee Susana, hija de Juan Carlos, quien amablemente escribió un resumen de la historia que nos ocupa.                  
Continuando con el relato, Juan Carlos que al momento de aceptar la sociedad era estudiante, se recibiría de óptico técnico, certificación del Departamento Nacional de Higiene de Buenos Aires, con mención en el diario local por su brillante examen. Pero una ley provincial los estaría separando a los socios amigos. Los rubros joyería-relojería y óptica, no podrían funcionar más juntos, en un mismo local. Es así como tuvieron que romperla la sociedad. Actualmente la óptica se sitúa en Peatonal Belgrano al 3535, y en honor a ese amigo, lleva el nombre de su nacionalidad, “Óptica Alemana”. Susana recuerda amorosamente a su padre, al cual acompañó en la atención de la óptica durante muchos años.
El abuelo de Susana, el materno, Cayetano Manfrilli, era constructor. Había sido contratado como estucador para venir desde Milán, Italia, a realizar trabajos en Argentina, por ejemplo, en la Catedral de Buenos Aires y en el Pasaje Barolo. Finalmente comprará un lote para edificar en San Martín, después de estar instalados un tiempo en el barrio de Urquiza.
El abuelo paterno, Cayetano Grassi, tenía su vinculación con el arte en la rama de la música. Era integrante de la Banda de la Sociedad Argentina de Socorros Mutuos Juventud San Martín. Tocaban en el “kiosco”, una especie de glorieta, que se emplazaba en el centro de la plaza San Martín de nuestra ciudad.
Los bailes que se organizaban eran en la única Sociedad con salón para esos fines: La Sociedad Italiana, posteriormente Cine San Martín.
Don Cayetano se casó con Ángela Ronte. “Doña Lila”, como la llamaban. Ella nació en la casa quinta de su abuelo materno, Antonio Freccero, de la calle Lincoln entre Uruguay e Intendente Bonifacini.
La historia se enriquece con lo que nos va narrando Susana Eugenia Manfrilli Grassi, con sus ochenta y seis años.
Nos habla sobre la escuela N° 23, ahora en la calle Juárez cuando la denominaron “Los derechos de la ancianidad”. Allí asistían todos los niños del barrio y las familias se hicieron amigas. Se juntaban para los festejos de navidad y año nuevo, por ejemplo, en el Club Social San Martín de la calle San Lorenzo. Se tendían largas mesas. La Óptica Alemana colaboraba con trofeos-copas, que hoy podemos apreciar en el club social mencionado. Durante la charla, nuestra entrevistada nos acerca una de ellas.
Surgieron los amigos de la calle Belgrano. Susana Integró la comisión de la agrupación Sanmartinenses de Antaño.
Nos cuenta también otras sorprendentes historias. El Dr. Ricardo Balbín en la plaza San Martín y el amuchamiento de no solo las boinas         blancas.                                                                                                                    
Su formación en danza clásica y españolas en el Club Social; sus prácticas de castañuelas; su presentación en el Teatro Smart, Blanca Podestá en el año 1967, actual Multiteatro desde el año 2000; la organización de fiestas particulares para su gente. Susana sigue amando la danza y asistiendo a bailes que organizan las colectividades en zona sur, éste y oeste, y se moviliza manejando su propio auto. Es madrina de la orquesta Homenaje Sans Soucí, cuyos discos pueblan ese auto que son según sus dichos, como sus propias piernas. Al preguntarle porque decidió ser madrina de esta orquesta que recrea la música de orquestas características, aquellas que ejecutan foxtrot, pasos dobles, valses, polkas y algún rock, la contestación fue sencillamente: “porque nos queremos”.
Algo de esa beta artística llegó a su nieta Martina, hija de Jorge, su otro hijo. Martina es profesora de bailes de salón y baila tango profesionalmente. También toca instrumentos musicales.
Jorge Alberto es otro hijo de Jorge, y hoy la óptica está en manos de la cuarta generación, el hijo de Silvia, Luciano Silvio Zunino.
Son amplias las conexiones que enlazan a los vecinos de San Martín. Seguiremos en próximas entregas, fortaleciendo y visibilizando sus historias, como dijo Susana, solo por quererlos.

 


Fuentes
: documentación facilitada por Susana Manfrilli Grassi. Publicación Del San Martín Antiguo / Archivo histórico de la página de Alternativa Teatral


 

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