lunes, 10 de octubre de 2022

EMPRESA PARA EMPRESAS: De un garaje a fábrica proveedora de municipios, sin dejar de lado el perfil de gestión relacionado a entidades intermedias que accionan en beneficio de la comunidad.

 

                              Sr. Pedro Zunino, titular de CITAR

                                         Sus abuelos eran italianos. Pedro Antonio Roggeri y María Antonia Antonelli eran los maternos y Antonio y Bernardina Frino eran los paternos. Desde Génova primero vino el caballero dejando a su esposa con el embarazo de su primera hija. Se instala en una quinta frente al cementerio de San Miguel. Después llegó ella con la beba de meses y tuvieron ocho hijos más. Armando era uno de los más chicos. Solo dos de los hermanos estudiaron.Uno cursará la Escuela de Mecánica de la Armada y el otro, Armando, se mudará de unos paisanos del abuelo, a la calle Cabrera y Scalabrini Ortiz de la entonces Capital Federal. Asistirá a la escuela técnica Piñeiro, recibiéndose de técnico mecánico. Trabajando en Manufacturas Algodonera Argentina se conoce con su futura esposa, operaria canillera.En el año 1950 se casan y por ofrecimiento de un amigo, compran en la única calle de asfalto de la zona llamada Sáenz Peña. Es el partido de Gral. San Martin. La pareja de la cual hablamos, son padres de nuestro entrevistado, el señor Pedro Zunino. 

                                                                                              Don Armando en su taller “Pedri” 

María Inés Roggeri de Zunino y Armando Zunino

                                           Los Talleres Pedri, como se llamó el primer emprendimiento de Don Armando, había comenzado en su garaje con un torno y unas pocas herramientas. Su bicicleta era su medio de transporte y su esposa, se pasó muchas mañanas enteras yendo y viniendo en el colectivo de la línea 161, ex colectivo 19, con su bolso lleno de materiales para el corte hacia Casa Maulo. Además, María Inés era bordadora fina de la empresa Marabá. Las máquinas de bordar eran manuales en aquellas épocas y trabajaría duro los siete primeros años de matrimonio hasta que nació el único hijo de la pareja.                                                                               Con tan solo doce años el niño soñó que a sus dieciocho, les regalaría a sus padres un viaje para festejar sus bodas de plata. Pero no cualquier viaje. Sería uno a Europa. Fue juntando mediante artilugios plata. Trabajos en el verano como el roscado de bulones, ahorros en viajes en colectivos por intercambio con sus piernas caminantes, y otras ingenuas maneras para llenar el chanchito.                                                                                            “Corredor” fue su tarea más comprometida, tomando con diecisiete años ese puesto, gracias al retiro de un empleado de la metalúrgica, a cargo de la cartera de clientes. Después de muchas discusiones con su papá (ya que éste lo consideraba aún chico para dicha tarea) Pedro se hace cargo de la parte comercial de la fábrica y viajando en transporte público visita clientes a Lanús o a Monte Chingolo. En 1974 su padre le compra un Fiat 600 y gestionó un permiso para manejar con un adulto al lado, ¿Quién sería el adulto? Su mamá. De copiloto, doña María Inés era la encargada de leerle los apuntes de las materias teóricas para que Pedro no descuidara sus estudios.Después de cursar la carrera de técnico mecánico en la E.N.E.T N° 2 Ing.Emilio Mitre, seguiría Ingeniería en la U.T.N.                                                                                                                                                                                                            En 1975 el “Rodrigazo” acabó con su sueño de regalar el viaje tan deseado. Al menos los papás pudieron hacerlo a Bariloche durante una semana. Por su puesto que el esfuerzo de este hijo tuvo su reconocimiento y más adelante la firma de la comercializadora de Pedro, CITAR, Centro industrial textil accesorios y repuestos se fusionó con la fábrica de su papá.

                                           Don Armando fue socio fundador del Rotary de Villa Maipú; miembro de la Sociedad de Fomento Barrio San Andrés; miembro de la Comisión de la Salita de Primeros Auxilios Santa Ana; de la Cooperadora del Escuela Técnica N°2 Ing. Emilio Mitre.                                           Él, Pedro Antonio Zunino, lleva en la sangre el compromiso para desarrollar proyectos que aporten a la sociedad la solidaridad tan necesaria. La primera institución en la cual intervino, fue en la rueda juvenil del Rotary para pasar más adelante a la de adultos, hasta llegar a la presidencia. Vinculado al Rotary por más de 40 años. Pedro nos cuenta: “Rotary en primer lugar es una institución internacional que apunta a cubrir algunos nichos que el estado no cubre y darle ciertos matices que él no le da…”                                           Pensando que el Rotary fundacional, nació en plena crisis de 1905 en Chicago, nuestro empresario considera que en estos momentos es cuando se pone en marcha la creatividad. Para dar un ejemplo nombra a los planes de becas para los alumnos de escuelas y la ayuda que les brindan tanto con insumos hasta con aspectos edilicios. Propician intercambios de estudios. El Rotary cuenta con la capacitación de personas para la solución de conflictos, bajo su programa Propaz, y es la única institución no gubernamental que tiene una silla en la O.N.U. De algo está seguro Pedro, que “el día que la gente entienda que las instituciones están por sobre las personas, se podrán generar muchas más obras para beneficio de la sociedad y más allá de que a veces no salga como uno quiere las acciones propuestas, lo importante es la intención, con la conciencia de que todo es perfectible.”

                                          Zunino además, estuvo más de ocho años en la gestión pública como delegado municipal de Villa Maipú, durante la gestión de Ricardo Ivoskus. Actualmente integra la Comisión directiva de la Asociación Sanmartiniana de San Martín, cuyo propósito es mantener activo el espíritu de nuestro prócer y visibilizar su obra. Es coordinador en dicha entidad, de la comisión a cargo de la restauración del mural con técnica de esgrafiado “El paso del Gral. San Martín por el partido”, proyecto de la Prof. Pina Poggi.

                                           Respecto a su metalúrgica, le preguntamos qué tipo de productos realizaban y nos contestó:

“En la extensa trayectoria de la empresa que ya superó los setenta años de existencia comenzamos con la fabricación de repuestos para la industria textil, después fuimos sumando bulones normalizados, equipamientos escolares de diseño, línea de patas metálicas para sommiers; sistemas mecánicos del diván cama tipo Gicovate.                Fuimos proveedores de repuestos y bulones para el TAM (Tanque Argentino Mediano), para el ejército argentino; del 100% de los soportes de freno para el Senda, Gol, Gacel y Saveiro para Argentina y Brasil, Autolatina.Reconvertimos neumáticos a electromecánicos y automatizamos gatos de elevación de vagones y locomotora para el ferrocarril.                 Para la industria farmacéutica desarrollamos sistemas picking and packing. Para Aguas Argentinas, hoy Aysa, hicimos todo el desarrollo de soportes y estructuras para plantas de tratamiento de potabilización de agua como también de purificación de desechos cloacales. Para la municipalidad de Vicente López, la construcción y colocación de ordenadores peatonales en vía pública.Estas son algunas de nuestras actividades sobresalientes entre un sin número de cosas que hacemos para distintas industrias del país.”



                                         En cada pieza que llega a sus manos para diseñar, Pedro siente entrar en un mundo desafiante. En esta charla, reflexionamos de qué manera se puede aportar desde la industria, al campo artístico. Una de ellas, es como en una época se hizo, interviniendo en ruedas de negocios donde se crucen intereses comunes de artistas y empresarios. Un ejemplo que da quien escribe, es el que llevamos adelante con una textil de Villa Maipú que existió hasta la gran inundación de hace unos años. Esta empresa de dueño ucraniano, dio la posibilidad de que a su cartera de clientes se le ofreciera obra de arte realizado con recortes de géneros propios. O como aporta Pedro, se podría utilizar material metálico de descarte para realizar esculturas. Hay mucho que se puede hacer para que la actividad artística no quede en la simple visibilizarían de obra, y se inserte como corresponde en la cadena productiva de una región.                                                                                                                                   El escritorio de la oficina muestra al retirarnos unas espuelas y herraduras realizadas hace más de veinte años. Son dos de las cuarenta de bronce, bellas, pulidas y laqueadas representativas de la argentinidad, que fueron entregadas en obsequio para las personalidades de un evento. Piezas replicadas en éstos talleres, de diseño en bronce fundido, soldadas, en las que se observa un detalle que nos explica Zunino, representa en el estribo, la caída de la corona española: “una corona invertida que el paisano pisará cuando se suba a su caballo”.                                                                                            Como comprobamos, el arte atraviesa todos los aspectos de la existencia, la manufactura, los materiales, la historia, las costumbres, la política. Solo se tendría que tener voluntad desde quienes nos gobiernan, para que la comunidad se haga carne de esto.                                      La revista Ligar, en la cual se publica esta nota, y quien escribe, agradece el compromiso en responder cada una de las inquietudes y esperamos que de algún modo todo este recorrido siga adelante para engrandecer nuestro partido.

 



 

 





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